Cuando dejamos que la inteligencia artificial piense por nosotros

Vivimos en un mundo en el que la inteligencia artificial ha empezado a formar parte de nuestra rutina sin apenas darnos cuenta. Le preguntamos qué comer hoy, cómo redactar un mensaje, cómo organizar nuestro día o incluso cómo tomar una decisión importante. Y aunque pueda parecer una gran ayuda, a veces, sin quererlo, dejamos en manos de la tecnología algo que no deberíamos soltar tan fácilmente: nuestra propia voz interior.

La comodidad de no decidir

En una sociedad que premia la inmediatez y la eficiencia, es tentador buscar respuestas rápidas. La IA nos ofrece justo eso: «certezas». Respuestas concretas, estructuradas, sin matices. Y eso nos da alivio… al menos por un rato.

Porque decidir, dudar, equivocarse, volver a intentar… todo eso es más difícil de gestionar que acertar. Equivocarse duele, aparece la tan temida culpa. Y si hay una herramienta gratuita que me lo ahorra, ¿por qué no usarla?

El problema no está en usarla, sino para qué la usamos. 
Cuando cada duda se resuelve fuera de nosotros, empezamos a perder confianza en nuestra propia capacidad de pensar, de sentir, de elegir. Dejamos de hacernos preguntas importantes y profundas, para empezar a buscar respuestas rápidas y “correctas”.

El precio de silenciar la intuición

Cuando dejamos de preguntarnos qué queremos, qué sentimos, qué necesitamos, dónde lo sentimos… empezamos a sentirnos desconectados. Nos invade una sensación de vacío, de no saber muy bien quiénes somos o hacia dónde vamos. Aparece la confusión. La inseguridad. El miedo a tomar decisiones sin aprobación externa.

Y esto no es casual. Si durante años hemos priorizado lo que dice Google, ChatGPT o Instagram por encima de lo que sentimos dentro… no es raro que nos cueste escucharnos.

La IA no conoce nuestra historia personal. No sabe cómo nos dolió aquella relación, ni cuánto nos esforzamos por mantenernos en pie cuando todo parecía derrumbarse. No sabe qué palabras nos hirieron en la infancia, ni qué sueños hemos ido postergando por miedo o por culpa.

Por muy inteligente que sea un algoritmo, no puede ocupar el lugar de nuestro mundo interno.

Volver a ti

Hay decisiones que no necesitan respuestas inmediatas, sino espacio para ser sentidas.
Hay momentos en los que no necesitamos consejos perfectos, sino compañía en la incertidumbre.
Y hay etapas de la vida donde el verdadero acto de valentía no es saber qué hacer, sino atrevernos a escucharnos.

Volver a ti puede dar miedo, sobre todo si llevas tiempo sin mirar hacia dentro.
Pero también puede ser profundamente liberador.

Quizás no sepas por dónde empezar. Quizás te cuesta distinguir tu voz entre tanto ruido.
Pero eso también se entrena. También se acompaña.

Nosotras podemos ayudarte con eso

Todas las psicólogas de mi equipo y yo, acompañamos procesos en los que poco a poco volvemos a confiar en nuestra intuición, en nuestra sabiduría interna, en nuestra capacidad de tomar decisiones auténticas, en nuestra brújula.


No te daré respuestas prefabricadas, porque no creo en eso. Pero sí puedo ofrecerte un espacio seguro para que empieces a encontrarlas dentro de ti.

Si sientes que últimamente confías más en lo que te dice la IA que en lo que tú necesitas, quizás sea el momento de hacer una pausa.
De preguntarte, de verdad: ¿qué necesito yo ahora?

Y si quieres, estaré aquí para acompañarte en ese camino de vuelta a ti.

Haz clic aquí para pedirnos una primera cita

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Mary Marchante
Resumen de privacidad

Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.