Necesito dejar de tener ansiedad

«Estoy fatal de la ansiedad.»
«Me gustaría que desapareciera para siempre.»
«Es que no puedo vivir así.»

Escucho frases como estas cada semana en consulta. La ansiedad se ha convertido en una palabra comodín, en una especie de enemigo invisible que parece acechar a todos. Pero… ¿y si te dijera que la ansiedad no viene a fastidiarte la vida? ¿Y si te dijera que, en realidad, está intentando ayudarte?

🤯 ¿Y si la ansiedad no fuera el problema?

La ansiedad es una reacción natural del cuerpo y la mente. Es como una alarma que salta cuando algo dentro de ti se siente en peligro: una situación incierta, una expectativa inalcanzable, una conversación que evitas, una decisión que postergas.

No siempre es agradable, claro. Pero tampoco es un fallo. Es un mensaje. Uno que muchas veces ignoramos porque da miedo escuchar.

🌊 La ansiedad como señal, no como condena

Imagina que estás en mitad del mar. Empiezas a nadar hacia una boya porque sientes que algo te arrastra. Eso es la ansiedad: la corriente que empuja cuando algo necesita tu atención.

¿Y si, en lugar de luchar contra ella, te paras a escuchar lo que intenta decirte?

  • A veces dice: “Estás agotado, deja de exigirte tanto.”

  • Otras dice: “No estás siendo coherente contigo mismo.”

  • Y otras simplemente dice: “Hay algo que no quieres mirar y necesitas hacerlo.”

No es cómoda, pero es honesta.

🧠 La trampa del control

Uno de los mayores problemas no es la ansiedad en sí, sino la batalla constante por controlarla. Respirar profundo, poner música, salir con amigos, leer, hacer deporte… todo eso está bien, pero si solo haces eso, es como poner una tirita sobre una herida que sangra mucho.

La ansiedad se calma cuando dejas de huir de lo que realmente necesitas ver, cuando trabajas en tu historia y logras entender la manera que tienes de funcionar ante el estrés, los conflictos, la incertidumbre. A veces es una emoción bloqueada. A veces es una historia del pasado que pide ser mirada. Otras veces es simplemente tu cuerpo diciendo: «Baja el ritmo».

💬 ¿Qué pasaría si empezaras a preguntarte…?

  • ¿Qué parte de mí está asustada ahora?

  • ¿Qué estoy intentando evitar?

  • ¿Qué me exige mi entorno que no quiero (o no puedo) dar?

  • ¿Qué me gustaría decir pero me callo?

No hay respuestas mágicas. Pero hay mucho poder en hacerte preguntas distintas.

🧭 La ansiedad como brújula

No se trata de eliminar la ansiedad, sino de escucharla sin juicio. De convertirla en brújula, no en castigo. Porque si está ahí, es porque hay algo dentro de ti que necesita ser visto.

Y eso, aunque cueste verlo, es una oportunidad.

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Mary Marchante
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